Su pasión por el fitness comenzó a los 17 años cuando se dio cuenta que llegar a su mejor versión no era imposible. A los 18 años se comenzó a certificar como coach de calistenia lo que dió pie a que el ejercicio se convirtiera en una pasión.
Pasar tiempo con sus amigos y hacer cosas extremas son cosas que hace día a día además de entrenar. Su clase está llena de energía y buena vibra. Un entrenamiento exigente que te llevará al límite.
«La motivación es la que nos hace emprender, el hábito es el que nos hace continuar»